«Muchos apartamentos se han reformado. Los inversores, propietarios y empresas explotadoras han hecho un esfuerzo para conservar en perfecto estado las viviendas y que sean modernos y funcionales», añade Calvet. Airdna recoge datos de los 629 pisos legalizados registrados a las plataformas Airbnb y Vrbo, pero el total sube hasta 1.690, según datos de la Asociación de Apartamentos Turísticos, puesto que muchos alquileres se gestionan directamente a través de las webs explotadoras, tal como señala Calvet.
Además, según expuso hace unos tres meses el presidente de la entidad, muchos de los ilegales se convierten en legales porque la gente cada vez es más consciente que tiene que regularizar el servicio. Las sanciones oscilan entre los 3.000 y los 30.000 euros. También existen los alegales, los cuales no contempla la ley por sus características. La futura normativa, a cargo de la Generalitat de Cataluña, los incluirá.
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